El proyecto europeo cumple 60 años. ¿Tenemos motivos para la celebración o para la preocupación? Con esta cuestión se convocaba el pasado lunes 3 de abril un acto moderado por José Ignacio Torreblanca que contó con Joaquín Almunia, Pablo Casado, Máriam M. Bascuñán y Anna Terrón como ponentes. Europeístas acudió a la cita y a continuación te contamos lo que allí aconteció.
El acto fue convocado por EL PAÍS, el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR Madrid) y la asociación CC/Europa y fue introducido por Francisco de Borja Lasheras, director de ECFR Madrid, de cuyo discurso nos quedamos con un mensaje muy importante para la sociedad, para esos jóvenes comprometidos allí presentes: “tenemos una responsabilidad esta generación” para dejar una Europa unida a las nuevas generaciones.
Apeló a la música para describir la situación: “También en esto del Brexit somos de aquel Walls&Bridges de John Lennon. Unos son de walls, otros somos de bridges”.
La tertulia se estructuró en varios bloques de debate moderados brillantemente por Torreblanca que mantuvo la intensidad y la emoción con cada pregunta a los intervinientes: Brexit, euroescepticismo, populismos y crisis migratoria. Cada uno de los ponentes tomó la palabra para hablar de dichos temas, como detallamos a continuación:
Joaquín Almunia, exvicepresidente de la Comisión Europea
Comenzó con un repaso de la convulsa relación entre la UE y Reino Unido que, pese a ser fundador, no entraron muy convencidos, “siempre con reticencias”, por lo que hicieron en 1975 el primer Referéndum para condicionar su pertenencia al grupo europeo, que se saldó con un contundente SÍ a favor del jersey europeo de la conservadora Thatcher.
Habló sobre el papel tan importante que ha tenido en la economía de mercado, y que parece que se están empezando a dar cuenta de que estaban más integrados de lo que pensaban, lo que va a suponer un gran coste en la separación de la UE (barreras de importación, dificultad para atraer capital a la City, espacio Schengen, etc.): “el Brexit tiene muchas consecuencias económicas que no se han atrevido a contar”, declaró.
También hizo una puntualización muy importante: la libertad regulatoria de la que dispondrán tras su salida será muy relativa, debido a que tendrán que negociar la regulación de las economías con los 27 Estados miembros, para no quedarse descolgados, ya que marcarán el ritmo económico. “El Reino Unido tendrá que seguir ligado por seguridad o por búsqueda de comercio con Europa”.
En cuanto a seguridad se refiere, comentó que “nadie piensa que EUROPOL sin Gran Bretaña vaya a ser una EUROPOL incapaz de garantizar nuestra seguridad”. Perder esa información les causará problemas a ellos.
Concluyó la primera vuelta comentando que es una “decisión poco pensada, en cuanto a las consecuencias, puesto que perderán influencia, democracia, seguridad y bienestar”.
“Realmente, no sabemos lo que pasará cuando el Reino Unido note el frío que hace fuera de la UE, pero por ahora no se prevé marcha atrás en la decisión que han tomado”. “Levantar fronteras y volver al Estado Nación es jugar a perder”, con lo que concluyó que los británicos se han equivocado.
Recordó nostálgicamente que “la influencia de Europa en el mundo era la exportación de sus ideas y valores y los estamos dejando en evidencia”, ahora Europa además de pequeña geográficamente ha vuelto a ser pequeña en influencia, ya que se han despreciado nuestros valores en casos como el de los refugiados, los valores democráticos en las decisiones adoptadas, con el crecimiento de los populismos y el referéndum del Brexit.
Vaticina que Brexit y Trump serán el revulsivo en Francia, ya que si pierde Le Pen, volverá la ilusión totalmente a Europa.
Por último recordó que debemos aprovechar en España para insuflar optimismo al resto de países, ya que siempre hemos sido un país muy pro europeo, y podemos tener la oportunidad de adquirir un rol de líder.
Pablo Casado, vice secretario general de comunicación del PP
Pablo Casado comenzó con una introducción sobre lo que influye la UE en nuestras vidas: “la política exterior es más que nunca política doméstica”. El Brexit afecta de una manera especial a nuestro país, por ello España debe ser participe principal de la negociación del Brexit; la postura actual del gobierno es una postura de salida suave, pero los Británicos no lo ponen fácil.
Según Casado, debemos tener en cuenta que el Reino Unido es el primer país en el ranking de turistas en España, Gran Bretaña es el cuarto destino al que más exportaciones enviamos y España es el primer país del mundo en acoger residentes británicos. Con estos datos debemos buscar la mejor negociación, podemos salir fuertes: “es compatible preservar los intereses de los españoles en R.U. (y viceversa), pero evitar una salida a la carta”. También puntualizó que lo mejor es ir toda la UE unida en la negociación del Brexit. Aún así, su opinión sobre la celebración del referéndum fue la siguiente: “siempre dije que la convocatoria y el resultado del referéndum es un error”.
Un momento muy especial fue cuando Pablo Casado entonó el mea culpa con la política europea en España, “cuando algo iba bien era el Gobierno, cuando iba mal es que lo imponía Bruselas”.
En cuanto a Gibraltar, afirmó que debe ser español y que se trabajará para ello. Apuntó que el tema de Escocia y Cataluña no es equiparable, ya que Reino Unido no tiene una constitución como la española que define la unidad y que los territorios son indivisibles. Además de que los motivos históricos de un territorio y otro son diferentes.
España no apoyaría la entrada directa de Escocia en la UE, puesto que sería un territorio separado que debería iniciar el proceso de un país normal y cumplir los requisitos que piden para entrar sin concesiones.
En lo que se refiere a la crisis migratoria Casado afirmó que “la política de asilo de España ha sido como la de los demás países europeos, hemos cumplido con las cuotas, pero son los refugiados los que no quieren venir a España”. “Europa no puede garantizar que todos los refugiados puedan venir, pero sí que los que vengan tengan iguales derechos”. Esto se debe a que Europa tiene que velar por su seguridad y llevar un cierto control de cuotas.
Pablo Casado se refirió al populismo que existe en España, movimientos que, al igual que en los países del sur, suelen ser de izquierdas y relató una vivencia del Congreso de los Diputados “He oído a un partido con representación parlamentaria decir que hay que formar una mesa para negociar la paz con los yihadistas que degüellan personas”.
Cuando le preguntaron por el comercio y el TTIP, afirmó: “Europa no puede renunciar a su vertiente atlántica pese a contratiempos como Trump”.
También dio su receta del futuro para Europa: “hay que construir Europa desde el inconformismo y la ambición” y que “no se nos olvide que Europa sigue siendo el lugar preferido para vivir de todo el mundo”.
Ana Terrón, ex-secretaria de Estado de Inmigración y Emigración y presidenta de Inclusive Strategies
Definió el pensamiento británico con una frase contundente: “los británicos han decidido volver a un pasado que no existe”.
Puso de relieve el problema de libre circulación que ha tenido un gran peso en el proceso del Brexit, sobre todo para el Reino Unido. A pesar de Schengen, ellos mantenían sus fronteras, puesto que aplicaban restrictivamente la posibilidad de residencia, aunque afirman que con eso no paraban la lacra de la inmigración (incluso de los países de la Unión).
Terrón afirmó que “Schengen es el único modelo global de gestión de movimientos de personas” del mundo, que choca el “vamos a recuperar el control de las fronteras”, puesto que Schengen ha demostrado ser el sistema más seguro y garantista. “La libertad de movimientos es lo consustancial a un mercado interior, y ellos se están alejando de la regulación racional de personas”.
Ana Terrón, como experta en relaciones humanas, continuó denunciando que “la presión migratoria, y la miopía de algunos políticos, están haciendo descarrilar a Schengen, que solo podrá ser reformado desde los más partidarios y comprometidos con Europa”.
Comentó además que debemos estar unidos, sin bandos dentro de la UE. “Hay que acabar con la dicotomía ellos y nosotros”, por tanto recomienda incrementar la cooperación. “Sólo podrá repararse Schegen desde fuera, reforzando las fronteras limítrofes”. Las fronteras como Ceuta y Melilla son fronteras de toda la UE.
En cuanto a los populismos, dejó una frase pedagógica que debemos apuntar en nuestra agenda de acción para el progreso de Europa: “no se combate el populismo, xenofobia y racismo dando eco de sus propuestas”, hay que ser contundente.
Máriam M. Bascuñán, profesora de Ciencia Política de la UAM
Bascuñán asoció el movimiento de Brexit a los populismos del país: “ha primado el interés identitario sobre el interés económico”, y continuó con la reflexión: “tenemos que plantearnos si hay un agotamiento de los nacionalismos o no”.
Confesó temer que en cinco años tanto UK como Rusia estén intentando desintegrar la Unión Europea, pero con optimismo afirma que “lo que no te mata te hace más fuerte; el juego sucio británico puede servir para unir a los Estados miembros”.
En cuanto la preocupación por el euroescepticismo se mostró optimista: “hay que mirar hacia adelante, Europa es descubridora. El europeísmo es un ideal en sí mismo”
Planteó una Europa abierta y solidaria al hablar de inmigración: “la verdadera revolución democrática empezará llenando de contenido la soberanía supranacional”.
Sobre el tema económico y el TTIP, comentó que “es necesario regular la globalización económica”.
Agradecemos a Iván Rodríguez este resumen.
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