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Entrevista de Plus Europe a Rocío Santos

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Plus Europe es un blog internacional especializado en política y asuntos relativos a la Unión Europea, que publicaba la siguiente entrevista a Rocío Santos, miembro fundador de Europeístas y corresponsable de comunicación y redes sociales de la asociación. En ella se habla de la actualidad, de los retos que se plantean en Europa, de la participación ciudadana y de la responsabilidad compartida en el triunfo de la demagogia moderna, entre otras cosas. Puedes leerla a continuación en esta página o visitar el blog de Miguel Atanet aquí.


 

“Europeístas: un soplo de aire fresco ante la polarización, cada vez más aguda, de la sociedad”.

 

– Rocío, por favor, ¿podrías indicar a nuestros lectores quién es Rocío Santos?

Nacida en Madrid, he desarrollado gran parte de mi carrera profesional en distintos lugares de Europa. De familia humilde y numerosa, que siempre me inculcó gran interés por la educación, compaginé trabajos eventuales con los estudios de Ingeniería Superior de Telecomunicación en la Universidad Politécnica de Madrid, completando mi formación en Inglaterra, Gales, Estados Unidos y Suecia, gracias a diferentes becas. Así, dejé España con 24 años, aunque he seguido participando en la vida política y social. De hecho, me empecé a interesar por la política y el activismo al ver que cada vez eran menos las oportunidades, que ya en 2003 había tenido que emigrar y que la situación no parecía ir a mejor. Actualmente estoy volcada en el proyecto de la asociación Europeístas, especialmente en Comunicación y Redes Sociales.

 

 – Recientemente la Comisión ha lanzado el libro blanco sobre el futuro de Europa con sus 5 opciones: 1. Seguir igual; 2. Sólo el mercado único; 3. Los que desean hacer más, hacen más; 4. Hacer menos pero de forma más eficiente; 5. Hacer mucho más conjuntamente. ¿Cuál eliges? ¿Por qué? ¿Añadirías alguna otra?

Claramente me decanto por el 5º escenario, el llamado sueño federal. Supone la opción menos acomplejada, la que deja atrás los miedos y reticencias nacionales y reniega de luchas por competencias o soberanía. Creo que es el objetivo intrínseco al proyecto de la Unión Europea. Entiendo que hay quien la ve utópica; yo soy consciente de las dificultades y no descartaría aceptar compromisos en el camino a su consecución, como pueda ser la opción 3, que realmente ya sucede en algunos aspectos como el euro, pero siempre sin perder de vista el objetivo. Y es que la Unión Europea es un proyecto a largo plazo, no lo olvidemos. En la sociedad actual del consumo y la satisfacción inmediatos, a veces se nos olvida que grandes proyectos requieren grandes planes.

 

– Europeístas ¿qué significa para ti?, ¿cómo fue tu incorporación? Tu función si ocupas algún cargo en ella.

Europeístas es un soplo de aire fresco ante la polarización, cada vez más aguda, de la sociedad. No es solo un proyecto sobre Europa, sino principalmente sobre los valores sobre los que la idearon sus padres fundadores. Pretende acercar posturas en donde es posible hacerlo, corregir errores (que no negarlos) y, sobre todo, construir. Yo me incorporé desde el principio, soy socia fundadora, y actualmente estoy en la dirección provisional que habrá hasta la próxima asamblea de septiembre. Me dedico más que nada, junto con otros voluntarios, a las redes sociales y la comunicación online, aunque aprovechando mi situación geográfica, también participo en relaciones internacionales.

 

– En relación con el futuro de Europa, siendo miembro de Europeístas: ¿Cuál es el modelo-objetivo de Europeístas para Europa?

Europeístas cree en un modelo europeo integrado, federal, en el que no quepa echarse las culpas unos a otros sobre las decisiones tomadas a distintos niveles, por decirlo claramente. Creemos que hay que avanzar hacia una Europa unida en la que sus participantes cedan competencias y compartan soberanía como única manera de garantizar nuestra seguridad, convivencia y progreso. Ahora claro, esa cesión no puede exigirse sin políticas responsables que la sustenten y hagan partícipe a la ciudadanía europea, que quizás ha sido uno de los fallos de la actual UE.

El objetivo es, pues, recuperar la confianza de los ciudadanos europeos por medio de políticas a nivel global y las correspondientes reformas a nivel nacional que promuevan instituciones europeas fuertes, estables y democráticas. Y para ello necesitamos actuar, desde asociaciones, organizaciones políticas, sociedad civil, medios de comunicación, personalidades y todas las voces que compartan esta visión.

 

– La ampliación de la UE es uno de los temas europeos más debatidos por diversas razones. En los distintos foros se pueden encontrar partidarios de que la UE se extienda desde Bergen hasta Estambul y desde Lisboa hasta Vladivostok pero también partidarios de que se quede tal y como está (UE27). En el caso de Turquía, tras el intento de golpe de estado y el deterioro general de los derechos fundamentales en ese país. Rusia, que no es país candidato, genera muchas interrogantes con respecto a la calidad democrática de su régimen, la protección de los Derechos Fundamentales e incluso su dimensión asiática. Rocío ¿crees que la Unión Europea debería tener entre sus Estados Miembros a todos los países del continente europeo?

Es cierto que al hablar de la Unión Europea muchas veces solemos referirnos a Europa. ¿Y es que no sería un sueño que todos los países del continente se sumaran al proyecto de la Unión? Sobre todo porque esto significaría que cumplen unos estándares democráticos y que somos capaces de llegar a acuerdos. Una cosa está clara, cuantos más seamos, más influyentes podremos ser en este mundo cada vez más globalizado.

 

– ¿Qué opinas sobre el auge de populismos, extremismos, radicalismo, etc., en Europa?

Siendo honestos, es normal que hayan surgido. Cuando las cosas no van todo lo bien que pudieran en un país (o región), el razonamiento fácil es echarle la culpa al inmigrante que llega, al país vecino que te oprime o incluso al político que se sienta en Bruselas (o Madrid). Si a eso se suma que los ciudadanos no encontramos respuestas adultas y de altura por parte de los gobiernos, obtenemos el caldo de cultivo perfecto para que los grupos populistas difundan su mensaje con un éxito arrollador, como hemos visto que ha pasado y sigue pasando.

Creo, por tanto, que es una responsabilidad compartida: de los que ocupan las instituciones por no haber sabido responder a la demandas de la ciudadanía y haber jugado con fuego en muchas ocasiones por conveniencia, por ejemplo, echando balones y culpas fuera ante recortes y medidas que eran su competencia y, por otra parte, de los ciudadanos, que no podemos esperar que toda la información nos llegue siempre a una “bandeja de entrada” virtual, sino que es nuestro deber informarnos de la realidad compleja que nos rodea; no podemos, a estas alturas y con el nivel de información accesible al ciudadano medio, creernos soluciones mágicas ni simplificar los problemas de un modo que, en vez de hacer una análisis serio y constructivo, solo acaben polarizando cada vez más a la sociedad. Si nos fijamos, el triunfo de la demagogia moderna no radica solo en el poder e influencia del demagogo sobre sus seguidores, sino también sobre sus detractores, quienes esperan ansiosos el próximo fallo, absurdo o incongruencia para indignarse, compartirlo con otros detractores y darse mutuamente la razón. Esta polarización a la que asistimos anula la capacidad lógica del individuo y divide a la sociedad en dos rebaños que, aun con posturas enfrentadas, son igualmente manipulados por el populista.

populismo demagogia Europa Unión EuropeaHay que reaccionar ante todo ello, es una de las razones de ser de Europeístas, que surgió al ver el crecimiento de estos movimientos populistas y extremistas en Europa, el ascenso de Trump en EE.UU., los afanes imperialistas de la vecina rusa y otras amenazas; porque los europeos no podemos arriesgarnos a la desaparición del periodo de paz más largo de la historia, de todas las libertades y derechos adquiridos. Nosotros, los ciudadanos de la Unión Europea debemos responder dejando de lado los dogmatismos, con audacia e inteligencia, aprendiendo de los errores y relanzando con más fuerza que nunca el proyecto de integración.

 

– Tu opinión sobre el Brexit. ¿Cómo crees que deberían desenvolverse las negociaciones iniciadas con el Reino Unido? Estados Unidos ha contado habitualmente con el Reino Unido como aliado incondicional aunque se produjo un cierto enfriamiento en esa relación durante el mandato de Barack Obama. En el contexto actual ¿qué futuro crees que espera al TTIP y a la relación de la Unión Europea con los Estados Unidos de América?

Creo que el Brexit es una muy mala noticia para todas las partes implicadas, pero no deja de ser una consecuencia más de esto que te comentaba en la respuesta anterior. Si se sigue alimentando la idea de que la culpa de todo la tienen los demás, siempre vamos a querer separarnos hasta la unidad mínima de soberanía, que a saber cuál es, el átomo de la soberanía, como leí recientemente a un periodista que admiro. Si te soy sincera, en confidencia, soy de las que guarda la esperanza de que el Brexit no se materialice, es un tema que me preocupa mucho y que intento seguir de cerca, sobre todo cuando amigos de RU me cuentan la situación que están viviendo.

Sobre el TTIP y cualquier acuerdo comercial de la Unión Europea, creo que en principio son positivos siempre que se respeten los estándares de calidad de la Unión Europea. Es por ello que son negociaciones y que hay que seguir su evolución. Sé que estos acuerdos causan mucha polémica, porque parece que EE.UU., por poner el ejemplo que mencionas, viniera y nos impusiera sus condiciones, pero no es así, hay un ingente trabajo detrás y los documentos fruto de esas negociaciones son de acceso público. No hay otra manera de llegar a acuerdos que dialogando, no podemos cerrarnos al mundo porque, aunque como Unión Europea somos más fuertes globalmente que como países individuales, seguimos siendo pequeños en relación a otras potencias emergentes. De todos modos, en el caso del TTIP, se llegue a acuerdo o no, yo creo que ha quedado claro que las relaciones de Europa y EE.UU. con la llegada de Donald Trump no son las que eran, debemos tomar las riendas de nuestro destino. Esto me preocupa especialmente en el tema defensa.

El auge de los populismos es una responsabilidad compartida: de los que ocupan las instituciones por no haber sabido responder a la demandas de la ciudadanía y haber jugado con fuego en muchas ocasiones por conveniencia y, por otra parte, de los ciudadanos, que no podemos esperar que toda la información nos llegue siempre a una “bandeja de entrada” virtual, sino que es nuestro deber informarnos de la realidad compleja que nos rodea.

 

– Europeístas y Medio Abiente. ¿Qué opinas sobre el Acuerdo de París para la lucha contra el Cambio Climático?

Como sabes, la sostenibilidad medioambiental es uno de los tres pilares básicos de Europeístas. El acuerdo de París ha supuesto un hito en la lucha contra el cambio climático, no solo por el acuerdo en sí, sino por su alcance, por conseguir la ratificación de casi 200 naciones en una lucha que, de facto, es global. La reciente salida de EEUU del acuerdo es una mala noticia. Pero creo que también nos sirve al resto, como ya te comentaba antes, para darnos cuenta de que es el momento de que la Unión Europea dé un paso al frente y asuma el liderazgo mundial en muchas materias, entre ellas la lucha contra el cambio climático. De hecho, creo que ese paso ha sido un gran error del gobierno de Trump, no solo a nivel medioambiental, sino también estratégico para su país.

 

– La Sociedad Civil española y la Unión Europea…

Un tema muy interesante, me alegro de que lo menciones. Justo el pasado junio se pronunciaba el Consejo, en un comunicado de prensa, sobre el compromiso de la UE con una sociedad civil capacitada y sólida. Creo que es fundamental ser claros con este tema y oponerse a restricciones injustificadas de la libertad de asociación, de expresión y de reunión pacífica que puedan obstaculizar la labor de las organizaciones de la sociedad civil.

Pareciese que de un tiempo a esta parte, la UE está incrementando sus esfuerzos para lograr mayor participación de la sociedad civil en la política europea, pero creo que aún queda mucho camino por recorrer ya que esto es fundamental si no queremos que las instituciones europeas se sigan viendo como un ente abstracto y lejano que no influye en nuestro día a día. En España, y en otros países de la UE, ni siquiera las propias elecciones europeas, por ejemplo, cuentan con gran participación.

 

– España y la Unión Europea. Habitualmente hablamos de las dimensiones atlántica y mediterránea de nuestro país. Incluso se habla de favorecer la coordinación de un bloque meridional en el seno de la UE. ¿Qué ocurre con la dimensión centroeuropea de España?

España tiene muchas dimensiones y yo no me sentiría cómoda limitándonos a una, la verdad. La dimensión centroeuropea de España también existe, como bien apuntas, cada vez somos más españoles viviendo en el centro y el norte de Europa, creando vínculos sociales, culturales e incluso políticos. Sobre favorecer la coordinación de un bloque meridional, no soy ninguna experta en política exterior y entiendo que para algunas cuestiones unos países pueden tener más en común con otros, pero en principio no creo que sea positivo disgregar la UE en bloques, y menos si los criterios son geográficos o basados en una presupuesta dimensión dominante.

 

– Has viajado mucho, ¿la UE desde alguna otra perspectiva nacional que quieras mencionar?

He viajado, no sé si mucho, y he vivido en Holanda y diversas ciudades de Alemania. Curiosamente en España siempre hemos sido muy pro-europeos si lo compar

“Me quedo con una reflexión de J. F. Sigüenza, presidente de Europeístas: España es un gran país, los españoles somos tremendamente válidos y España es un lugar perfecto para reivindicar Europa”.

amos con otros países de la Unión. Quizás porque España se ha formado como mezcla de culturas, puente entre continentes y exportador de talento, porque estamos acostumbrados a emigrar, no solo a otros países, sino a diferentes puntos de España, y también a acoger a quien emigra. Desde que entramos en la UE, nunca hemos sufrido populismos de derechas significativos como puede haber en Holanda, con Wilders, o en Alemania, con la AfD. Alemania, por otra parte, es muy consciente de su historia pasada y no le tiembla el pulso cuando se trata de tomar medidas legales para que los capítulos más trágicos de su historia no se repitan.

El problema es que los partidos extremistas que han surgido en la actualidad son, digámoslo así, una nueva generación de populistas de verbo fácil y estrategias renovadas que consiguen llegar a la población y poner en peligro el proceso de integración. No podemos esperar que sus argumentos caigan por su propio peso, no es un “enemigo” a menospreciar, es necesario actuar, ser inteligentes, tenaces y serios. Me quedo con una reflexión de J. F. Sigüenza, presidente de Europeístas, en uno de sus artículos: España es un gran país, los españoles somos tremendamente válidos y España es un lugar perfecto para reivindicar Europa.

 

– Tu actividad política pasada y presente. ¿Tienes previsto desarrollar tu carrera política en UPyD?

Ante todo decir que no tengo previsto desarrollar ninguna carrera política. Mi implicación en la política es la que ves, como miembro de la sociedad. Mi carrera, que es técnica, está ya desarrollada y estoy contenta con ella. Sobre UPYD, es cierto que me acerqué a arrimar el hombro cuando creí que más falta hacía, sin embargo, nunca ocupé ningún cargo orgánico ni político, sino que fui voluntaria, como tantos activistas que entregan su tiempo y recursos a ayudar a mejorar la sociedad. Actualmente, tanto yo como el proyecto en el que estoy inmersa, somos independientes de cualquier formación política. En Europeístas hay gente de partidos diferentes y la mayoría no afiliados a ninguno, como es mi caso.

 

– Vives en Berlín. Algunos de los detractores del proceso de integración de la UE argumentan que se trata de una estrategia alemana para dominar el continente, algunos incluso lo identifican con nostalgias del nazismo. ¿Qué opinas a este respecto?

He oído alguna vez que los prejuicios se curan viajando y no puedo estar más de acuerdo. La UE para los alemanes no es ese campo de rosas que a veces se intenta hacer ver. En Alemania no es normal ser propietario de la vivienda que habitas, sino inquilino, por ejemplo, mientras que en España muchos presentan la venta de la segunda vivienda por necesidad como un drama. Nunca he visto tanto consumismo como en España, donde hasta las piedras tienen un iPhone. Por otro lado, no hay un país tan consciente de su pasado como Alemania; te aseguro que las nostalgias del nazismo se quedan en los extremistas. De hecho, tienen su pasado presente de una manera mucho más sana que en España, pues no lo usan diariamente como arma arrojadiza en la política de 2017. No sé cuáles son los argumentos de esos detractores que dices, pero no creo que se sostengan.

El problema puede ser que los intereses nacionales tienen demasiado peso en la política europea, en eso estoy de acuerdo. Es la consecuencia de tener un Consejo Europeo formado por los líderes de cada país. Líderes que, por definición, han sido elegidos para gobernar sus respectivas naciones. Creo que la estructura actual o el poder del Consejo deben ser temas a tratar en el relanzamiento del proyecto europeo.

 

– Rocío, has convertido a Europa en uno de los ejes de tu vida. ¿Cómo ha sido la asimilación? ¿Cuáles son tus retos?

Europa es parte de mi vida, así que la asimilación ha sido fácil. Disfruto con la diversidad, creo que ésta no es motivo de división sino de orgullo para quienes la podemos disfrutar como parte de nuestra vida, de nuestra cultura y origen. Yo me siento como en casa desde Asturias hasta Cádiz y me gusta empaparme con todo lo que cada pueblo tiene que ofrecer. Igual en Europa, aunque ahí no tengamos la suerte de disponer de una lengua común, pero todo se andará. Y si no, aprendemos.

Mi principal objetivo es servir de catalizador de este movimiento europeo tan necesario. Siempre me ha parecido una pena que haya gente muy válida que no tenga la oportunidad de aportar su trabajo y valía para el bien de la sociedad a la vez que hay carencia de esa gente y su trabajo en diferentes esferas políticas y sociales. Mi mayor reto es conseguir despertar a los primeros y darles el empuje y la energía necesaria para que juntos consigamos mejorar las cosas allí donde sea preciso. La Unión Europea necesita gente capaz de relanzar y completar el proyecto de integración, y la buena noticia es que hay mucha, ahora solo hace falta que nos dejemos de zascas e indignación y nos pongamos manos a la obra.

 

– ¿Quieres añadir algo?

Solamente agradecerte esta entrevista que he disfrutado mucho respondiendo.

 

– Un millón de gracias (de nuevo)…

A ti. Un placer.

 

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