ENTREVISTA
Europeístas: Hace pocos meses se presentó su último libro "La crisis existencial de Europa: ¿Es la Unión Europea el problema o la solución?", del que es autor junto a Fernando Ramírez. A día de hoy, ¿hay una crisis existencial de Europa?
César Molinas: Sí, hay una crisis existencial de la Unión Europea, generada por la desafección de muchos ciudadanos hacia el proyecto de unificación económica y política comenzado en 1956. Esta desafección se ha agravado por la incertidumbre social provocada por la globalización y la digitalización, por una parte, y por las consecuencias injustas de la última crisis financiera, por la otra. Además, el proyecto europeo ha sido elitista desde sus comienzos y ha suscitado poco entusiasmo popular. Tiene una sólida legitimidad cotidiana, pero no ha sabido desarrollar un sentimiento de pertenencia ni una legitimidad democrática que sustenten un sólido sentimiento de pertenencia. Dicho esto, tras la nueva etapa de vigor del eje franco-alemán para fortalecer la UE, las perspectivas de futuro parecen ahora menos preocupantes que hace un año.
E: ¿Por qué la elección, para la portada de su libro, de la imagen del canciller alemán Helmut Kohl y el presidente francés François Mitterrand, fechada el 22 de septiembre de 1984, dándose la mano en Verdún, en el contexto de un acto homenaje a los muertos de ambos bandos en los diez meses que duró el sitio a dicha ciudad durante la Primera Guerra Mundial?
CM: Porque esta foto ilustra como pocas tanto el problema de Europa como la solución. El problema está representado por el ataúd con restos indistinguibles de soldados franceses y alemanes: decenas de millones de muertos en tres guerras europeas en menos de un siglo. La solución, la UE, está representada por Mitterrand y Kohl contemplando el ataúd cogidos de la mano.
E: Una vez que la crisis parece estar siendo superada, donde el populismo y el Brexit se convirtieron en el aliento de los detractores de la UE, en su opinión, ¿podemos hablar de otra barrera superada con éxito por una UE más fortalecida?
CM: La situación ha mejorado, pero no está superada. Brexit, por ejemplo, ha sido una gran victoria del populismo y es síntoma de que hay cosas que no se han hecho bien. Los populismos de derechas -motivados por la inmigración y la inseguridad- siguen teniendo mucha fuerza en Estados miembros del centro y el este de Europa. Estos populismos son abiertamente antieuropeos y se oponen a las cesiones de soberanía que son la clave para avanzar en cuestiones de defensa, seguridad e inmigración. De momento parecen tener una capacidad de bloqueo significativa para torpedear avances en estas materias.
E: Es obvio que la panacea a todos los males de Europa no es la UE, como es lógico conforma una historia de aciertos y errores, pero muchos somos los que creemos en su papel como vehículo para un fin necesario. En su libro hacen una radiografía del estado de la Unión en la actualidad y ofrecen un posible camino para el futuro, ¿qué tres puntos destacaría para comenzar dicha andadura?
CM:
- La consolidación de la Eurozona mediante más avances en la unión bancaria; la transformación del MEDE en una institución semejante al Fondo Monetario Internacional; y la financiación mediante endeudamiento de un fondo de convergencia que ponga el énfasis en el capital humano.
- Avances en la unión política en materias de defensa, seguridad y política de inmigración.
- Consolidación del paradigma de los tres círculos concéntricos: la Eurozona; los países de la UE que no han adoptado el euro; y la zona de influencia próxima compuesta por el Reino Unido, Turquía, Ucrania y Rusia.
E: Usted es un experto en la materia, y ha ocupado distintos puestos en el Gobierno relacionados con la Unión Europea desde la perspectiva económica, ¿por qué parece tan complicada una convergencia económica efectiva de los estados miembros?
CM: Porque esta convergencia económica está relacionada con una convergencia en productividad y capital humano que no se ha producido. Los Fondos Estructurales Europeos se han utilizado mayoritariamente para construir infraestructuras de transporte, con la relevante excepción de Irlanda que los invirtió en capital humano. En el libro discutimos las causas de la convergencia irlandesa comparada con la no convergencia española.
E: En su libro hablan de la importancia de instaurar un verdadero sentimiento de pertenencia a Europa, una de las ideas que impulsaron el nacimiento de Europeístas, pero ¿no hace falta una mayor implicación de los Estados miembros para empezar por inculcarlo en las escuelas y universidades, donde se pasa de puntillas por la cultura europea e historia de la UE?
CM: Efectivamente. Muchos intereses a corto plazo de los políticos de los Estados miembros han impedido y siguen impidiendo el fortalecimiento del sentimiento de pertenencia a la UE. Pero la escuela, importante como es, no es el único factos. También hay que hacer progresos en la legitimidad democrática de las instituciones europeas.
E: Durante muchos años se dedicó a la docencia y la investigación, quizá dos asignaturas pendientes en España. Usted, en distintas entrevistas, ha sido crítico con el sistema educativo español, ¿qué pasos cree se deberían dar para mejorarlo y ponerlo en el siglo XXI? o, quizá, ¿piensa que podríamos implementar alguna experiencia de los modelos educativos de nuestros socios europeos?
CM: No es un problema de planes de estudio sino del funcionamiento de las escuelas y otras instituciones docentes. Hay que poner a las escuelas a competir. Para ello hay que hacer públicos sus resultados en pruebas estatales periódicas. Las escuelas de barrios pobres obtendrán peores resultados que las de barrios ricos. Por ello los mejores profesores tienen que estar en los barrios pobres y deben ser recompensados por los progresos que obtengan. Hay que terminar con el conformismo gremialista de los docentes y la mejor manera de hacerlo es recompensando el éxito obtenido.
E: Hablemos de ciencia y fuga de cerebros, ¿cómo es posible que en España tengamos investigadores, que destacan por su valía, repartidos por el mundo, porque aquí no hemos sido capaces de reconocer, incentivar y fomentar ese potencial? ¿Por qué piensa que a nadie parece importarle cuando los recortes y la inestabilidad laboral se ceban con este sector que debería ser una prioridad para cualquier Estado? ¿Conoce algún modelo, ya en marcha en otro país, que pudiéramos trasladar a España para evitar dicha fuga?
CM: Podemos copiar el modelo de cualquier país avanzado de la UE. De hecho, el problema de España con la I+D no es el modelo de gestión sino el brutal recorte de recursos económicos que ha experimentado desde 2010. Desde esa fecha la mayoría de países de la UE ha aumentado, no disminuido, los presupuestos de I+D. En España se sigue despilfarrando en infraestructuras innecesarias de transporte y se recorta en educación e I+D.
E: En su libro también abordan el tema de la crisis de refugiados, en su opinión, ¿se ha gestionado bien o realmente se ha intentado cubrir el expediente lo mejor posible?
CM: Hay mucha hipocresía de los políticos nacionales con este tema. En la fachada del Ayuntamiento de Madrid hay desde hace dos años una pancarta gigantesca que reza “REFUGEES WELCOME”. ¿A cuántos refugiados ha acogido Madrid? No pasan de la docena. La política de inmigración es competencia exclusiva de los Estados miembros. La UE no tiene competencias en esta materia. La única vía para construir una política de inmigración eficaz pasa por cesiones de soberanía de los Estados miembros a la UE.
E: Por último, en dos-tres ideas, ¿cuáles serían los principales retos que debería acometer la UE a corto-medio plazo?
CM: Una sola idea: acometer con decisión las hojas de ruta ya anunciadas. Hay un eje franco-alemán reforzado que debería propiciar un nuevo período de integración europea. No hacen falta objetivos nuevos.
Agradecemos a César Molinas sus respuestas y su amabilidad. Entrevista realizada por Patricia Pérez, responsable de prensa, y publicada por el equipo de Europeístas.