ENTREVISTA
Europeístas: Siendo usted muy joven se inicia como activista social, ¿en qué momento descubre esta vocación y qué le impulsa a formar parte de diversos movimientos sociales?
Florent Marcellesi: Viene de la misma pregunta que hacen todas las niñas y niños a sus madres y padres: ¿por qué? ¿Por qué utilizamos energía fósil y nuclear en vez de energía renovable? ¿Por qué unas personas o unos países explotan a otros? ¿Por qué existen las desigualdades y la injusticia? ¿Por qué existe el despilfarro y la explotación de la naturaleza? ¿Por qué existe la guerra? ¿Por qué un hombre vale más que una mujer? Y ¿por qué un ser humano vale más que otro animal? A estas preguntas sencillas, no hay respuestas fáciles: solo hay voluntad de entender y, en caso de estar en desacuerdo con la realidad, de cambiar el rumbo. Y eso pasa por la acción individual en mi vida diaria y colectiva con los movimientos sociales.
E: Pronto dirige sus pasos a formar parte de Los Verdes, donde desempeñó distintos cargos hasta poner el acento en la política europea. Como conocedor de dicha formación y sus diversos programas, ¿qué papel cree que jugó, juega y ha de jugar la ecología en Europa?
FM: La ecología jugará el papel central en el siglo XXI porque los grandes retos de la humanidad en general y de Europa en particular serán ecológicos. El clima, la biodiversidad, la energía, el agua, los bosques o los suelos son elementos fundamentales para una vida digna y la paz. Así que solo habrá continente y mundo sostenibles si somos capaces de mantener la rama en la que estamos sentado. Y Europa tiene que estar a la vanguardia de esta gran transición justa y ecológica hacia sociedades al 100% sostenibles y equitativas.
E: En 2011 se produce la confluencia de la Coordinadora Verde con Equo convirtiéndose usted en miembro de la Comisión Promotora de Equo y desempeñando varios cargos hasta, en 2014, ser elegido candidato de Equo para las Elecciones Europeas de 2014, ¿qué significó para usted este nuevo reto?
FM: La unificación del movimiento verde español representa un hito en la historia política española. Representa como en el resto de los países europeos la posibilidad para la ecología política de jugar en primera liga y llevar estas ideas de ecología, justicia y democracia a las instituciones españolas. Y hoy con un eurodiputado, diputados en el Congreso y en parlamentos autonómicos, y más de 100 concejales en toda España que se dejan la piel para hacer más vivibles, sanos e igualitarios nuestras tierras, este reto en constante evolución y con mucho por venir delante está valiendo la pena.
E: Fruto del acuerdo de coalición alcanzado entre Equo y Primavera Europea, para las elecciones mencionadas anteriormente, se convierte en portavoz de Equo en el Parlamento Europeo entre julio de 2014 y septiembre de 2016, pasando en octubre de ese mismo año a ser Eurodiputado, ¿qué destacaría de estos años como parlamentario?
FM: Ser eurodiputado es a la vez fascinante y de una gran intensidad. Y ser miembro de la única institución europea directamente elegida por la ciudadanía es un honor y un privilegio para fomentar el cambio ecológico y social en políticas climáticas, energéticas, de igualdad de género, de salud de las personas trabajadoras, de justicia Norte-Sur o de bienestar animal. Personalmente como nieto de refugiados polacos después de la segunda guerra mundial y padre de dos hijas franco-españolas, siento que es un sitio perfecto para mi donde actuar para pensar y gestionar la profunda interdependencia de nuestro continente europeo y construir una Europa más democrática, solidaria y sostenible.
E: Como divulgador e investigador, ¿qué significa para usted la ecología política?
FM: La ecología política es una corriente de pensamiento y acción para construir sociedades donde podamos vivir bien y felices dentro de los límites del planeta. Es justicia social y ecológica, para hombres y mujeres, en Europa y el resto del mundo, hoy y mañana, y en armonía con la naturaleza y el resto de seres vivos.
E: Un movimiento que forma parte de su historia personal llevándole a impulsar y coordinar EcoPolítica durante sus primeros seis años de existencia, ¿cuál considera que fue, y es, la principal y más importante labor de dicho centro? ¿Qué fin buscaban al ponerlo en marcha?
FM: Dar a conocer las reflexiones de los padres y madres de la ecología política, formar en esta corriente de pensamiento y acción, y aportar ideas de futuro para alentar esta sociedad justa dentro de los límites del planeta. Es lo que hicimos con la propuesta la propuesta de reducir la semana laboral a 21 horas, con el libro ¿Qué Europa queremos? y es lo que estamos haciendo con nuestra última publicación sobre la IV Revolución Industrial desde una mirada ecosocial. La sociedad española y euopea necesitan think tanks y personas que cambian las gafas para ver, entender y cambiar el mundo.
E: Autor de muchos libros, publica artículos en diferentes medios. En 2013 publica “Adiós al crecimiento. Vivir bien en un mundo sostenible y solidario”, ¿cree que un mundo sostenible y solidario, con la actualidad que estamos viviendo, a día de hoy, es posible?
FM: La utopía es pensar que podemos producir, consumir, trabajar y vivir como lo estamos haciendo hoy en día, es decir como si hubiera planeta B. Ser realista hoy es asumir que es necesario decrecer de forma drástica nuestra huella ecológica y material hasta quede dentro de los límites del planeta. Esto será un factor de vida más saludable y solidarias tanto para el presente como para el futuro.
E: Hace ahora casi un año, usted publicaba un artículo en el que se preguntaba: “¿Por qué el Día de Europa no es festivo?”, cuestión que desde Europeístas nos hemos planteado, además de entender que es una dicotomía que quienes trabajan en las instituciones europeas tengan ese día festivo mientras el resto de ciudadanos europeos no, ¿no piensa que el compartir un día en el que se celebrara la fortuna de ser europeos ayudaría a fortalecer el sentimiento y arraigo europeo?
FM: Sí. Como cualquier proyecto político y social, la Unión Europea necesita símbolos cotidianos y comunes a toda la ciudadanía europea. Requiere la construcción de un imaginario colectivo popular que nos proyecte en una temporalidad y referencias compartidos. Para ello, necesita que una vez al año paremos nuestro afán productivo para recordar a todas las personas que lucharon para construir la paz en este continente; para celebrar los principios y lazos de solidaridad y fraternidad que nos unen; para tener conciencia de que el futuro, aún más en un mundo globalizado, complejo y sin fronteras, se construye juntos.
E: Por último, desde Europeístas, hemos decidido impulsar una petición internacional para solicitar que cada país europeo, como soberanos que son en este aspecto, incluya en sus respectivos calendarios laborales el 9 de mayo como festivo por ser el Día de Europa, ¿por qué apoya esta iniciativa?
FM: Apoyo esta iniciativa porque la memoria y celebración comunes a toda la ciudadanía europea contribuyen a cohesionar nuestro proyecto europeo compartido y, a su vez, apostar por setenta años más de paz.
Agradecemos a Florent Marcellesi sus respuestas y su tiempo. Entrevista realizada por Patricia Pérez, responsable de prensa, y publicada por el equipo de Europeístas.