Madrid, 13 de mayo de 2019
En la sede de la Fundación Abertis en Madrid, el Capítulo Español del Club de Roma organizó un nuevo debate bajo el título “De la singularidad de su constitución a las oportunidades de las democracias avanzadas” dentro del Ciclo “Ante las Elecciones Europeas”, siendo éste el último acto de este ciclo.
Desde Europeístas, asistimos representados por nuestro Tesorero, Germán Javier Sanz Téllez.
Presenta el acto el vicepresidente del Capítulo Español del Club de Roma, José Manuel Morán, que anuncia el cierre de este ciclo de debates y la iniciación de uno nuevo después del verano. Habla del momento en que se encuentra la Unión Europea, si bien dice ser optimista de que ésta saldrá adelante. No obstante, se muestra pesimista por las condiciones de entorno. El cambio ha sido radical y lo que viene, augura, lo será más aún. Dentro de 50 años está previsto que en África haya 2.500 millones de habitantes, y en India y China entorno a los 3.000, mientras que en Europa seguimos siendo unos 500 millones con una población envejecida.
Habla de cuando España entró en la UE, y de cómo nos hemos ido amoldando a sus reglamentaciones, y entiende que los ciudadanos deberíamos pedir a los políticos que sean más serios en Europa en un momento tan crucial como el de ahora.
Internamente se refiere a los cambios que también se están produciendo en el propio Club de Roma, abordando la complejidad de la Europa actual. El mundo, prosigue, se mueve hacia el pacífico, no sólo porque existe una mayor población, sino también porque hay más tecnología, otro gran reto para Europa.
Presenta a la mesa de debate, compuesta por Carme Colomina, periodista; Carlos Carnero, ex europarlamentario del grupo socialista; Elena Ochoa, periodista y moderadora, y Cristina Monge, politóloga y profesora asociada de Sociología de la Universidad de Zaragoza.
Interviene Elena Ochoa, que pone sobre la mesa la primera cuestión: ¿cómo hacer para recuperar la calidad democrática y el mayor acercamiento del ciudadano? Comenta cómo para Bruselas, estas elecciones son un plebiscito. Para Carme sí son las más importantes de los últimos tiempos, en las que se puede acabar con las mayorías. Asegura que hemos perdido el debate sobre la UE que queremos, y que debemos discutir y recuperar ese debate europeo de valores, y piensa que la mayoría de Europa no está polarizada, a lo que Elena pregunta si la polarización puede mover el voto. Toma la palabra Carlos, que recuerda que estas elecciones se realizan 40 años después de las primeras, y defiende que la UE sigue teniendo resistencia. Todos dicen, indica, que estas elecciones son las más importantes, pero lo que sucede es que son distintas, y no está de acuerdo con que vayan a ser un plebiscito. Piensa que ahora sí que habrá que debatir sobre valores, ya que la ultraderecha nos ha puesto en la disyuntiva de los valores europeos, y aclara que en el discurso de estos partidos ya no aparece la desaparición de la Unión Europea.
Elena cuestiona si este debate sobre valores va a servir para movilizar a los ciudadanos, a lo que Cristina responde en primer lugar indicando que este debate sobre los valores europeos es ya muy viejo, y que hay un punto de inflexión en 2008 con la crisis que se va viendo y alargando en el tiempo. Europa, prosigue, es un lugar de paz, democracia y bienestar desde la II Guerra Mundial, si bien los valores democráticos se van perdiendo, como también los del bienestar; la crisis se gestionó de aquella manera, y como la política no soluciona los problemas de la gente, sino que se postula al lado de los poderosos, el populismo encuentra en la ciudadanía un campo ya abonado. Estamos en una batalla de valores en la Unión Europea porque no se les ha tenido respeto.
Elena pone de nuevo una cuestión sobre la mesa: ¿se están haciendo propuestas para recoger estos valores?
Carme comenta un informe que habla de menos retórica y más de las necesidades de los ciudadanos. Otro problema viene determinado por quien crea que hay que hacer política de las percepciones con el riesgo que ello conlleva. Para Carlos es más importante explicar valores como la libertad que explicar el porqué no se paga más por hablar por teléfono en el entorno de la UE (roaming), y habla sobre el voto de las zonas obreras, no por las siglas, sino por lo que representan. Cristina habla de cómo está cambiando la tendencia aun cuando piensa que tanto España como Europa resistirán, si bien la percepción tiene que ver con la crisis. Habla también del voto nacional populista y de que podemos resistir, pero que tenemos delante un contexto de cambio tremendo. Hace referencia a una frase de Delors: “Europa es un Objetivo Político no Identificado”. También se refiere a las pocas iniciativas ciudadanas presentadas, 84, y las menos aún aprobadas, 4.
Para Carlos existe similitud entre la democracia española y la europea, y entiende que no se puede decir que la UE no es capaz de gestionar sus políticas democráticas como en sus países miembros; opina que hay que mejorar la democracia europea en justicia y libertad, que Europa tiene una respuesta democrática reflexiva, y le preocupa más la capacidad de influencia de si somos 330 ó 400 millones. Europa es más fuerte de lo que parece, asegura. Carme no niega que el relato sea importante, pero entiende que no hay un relato común, y lamenta que la Comisión no ejerza más de Comisión y lleve más la contraria al Consejo. La solución pasa por reconstruir la Europa Social. Elena expone el problema de la migración y de cómo las propuestas quedan frenadas por el Consejo.
Cristina expone algunas deficiencias que a su entender tiene la Unión Europea: un déficit democrático, problemas de inteligibilidad o de lejanía: Europa “está lejos”, es gris, y los jóvenes piensan que la democracia europea siempre ha estado ahí. A nivel de medios de comunicación la UE es más un problema que una solución: hay que elevar el listón democrático. Carlos habla de la deficiencia de competencias de la UE por falta de dinero, y de que los países deben aportar más capacidad para que pueda actuar la UE; las cosas no están peor de lo que estaban, y estas elecciones no van a bloquear el avance, opina. La última cuestión que apunta Elena es la de los mensajes y la velocidad en que se mueven. Carme opina que todo el panorama ha cambiado, la preocupación de la UE es poner cortafuegos en el tema de la desinformación, si bien se ha dado cuenta de lo difícil que es legislar en este campo. La UE ha actuado de paraguas en este sentido, y los países han creado su legislación sobre la información.
Terminadas las intervenciones se abre un debate con los asistentes, donde se suscitan varios temas referentes a las elecciones y a la irrupción de los partidos extremistas, se habla de la transición en Alemania (era post-Merkel) y del Brexit; también salen a relucir asuntos como la globalización y los lobbies.
Agradecemos su fidelidad, que nos anima a seguir trabajando.
Gracias a Germán Javier Sanz Téllez por la crónica.
Os recordamos que todas nuestras crónicas se pueden comentar más abajo.