Madrid, 18 de junio de 2019 –
Interesante coloquio organizado por Paneuropa España en la sede de la Asociación de la Prensa de Madrid, acto presentado y moderado por Florentino Portero, presidente del Comité Español por la Unión Paneuropa, e invitados como ponentes Alejo Vidal-Quadras, ex vicepresidente del Parlamento Europeo, e Ignacio Torreblanca, director de la Oficina del European Council of Foreing Relations (ECFR) en España.
Por parte de Europeístas acudimos al acto como representación su secretaria, Laura Domínguez, y el tesorero, Germán Javier Sanz.
Abre el acto Florentino Portero agradeciendo la asistencia de los presentes y especialmente a los ponentes. Hace referencia al último acto realizado en el mismo lugar y que consistió en la presentación de los programas electorales de cinco partidos y, prosigue, hoy el acto trata de compartir perspectivas después de las elecciones europeas y de qué poder esperar del nuevo parlamento surgido de las urnas; es una legislatura nueva con una Unión Europea distinta después de la crisis.
Seguidamente presenta los ponentes y sus currículos políticos: a Vidal-Quadras desde una visión de dentro del la UE y a Torreblanca como analista. Y como primera cuestión plantea las recientes elecciones al Parlamento Europeo y la campaña que se ha realizado por el miedo a una mayor presencia de eurófobos.
Comienza Vidal-Quadras haciendo un relato de lo que es y representa la Asociación Paneuropa, siendo una de las más antiguas en temas europeos. En cuanto a las elecciones opina que fueron precedidas de un gran debate por los grandes problemas que se avecinaban si se hacía efectivo el previsible ascenso de las fuerzas extremas contrarias a la UE. Pasadas las elecciones la primera lectura es el brusco ascenso de la participación, ya que desde 1999 en todos los comicios estaban por debajo del 50% y bajando paulatinamente, y ahora hemos saltado a más del 51%. ¿Cómo podemos interpretarlo? Según su opinión los europeos hemos reaccionado al contexto tanto internacional como doméstico (migración, economía, bienestar social, cambio climático, etc.) y frente a la presencia de dos grandes potencias que se disputan la hegemonía, los europeos hemos pensado que hay que actuar en común para acometer estos retos. Y este sentimiento parece que ha recorrido Europa.
Otro dato es la llegada de los populismos europeos antes de las elecciones que, si bien han subido, no han conseguido llegar a ese 33% de la Cámara que todos nos temíamos y que podrían haber bloqueado el Parlamento; esto no ha sucedido y además estos partidos están muy divididos entre ellos por lo que ve muy difícil una organización con una fuerza homogénea.
Dentro de estas corrientes están los llamados euroescépticos, de los que opina son fuerzas expectantes y preocupadas sobre todo por la soberanía nacional pero que en el fondo no quieren que Europa desaparezca.
A partir del resultado electoral, tenemos que incorporar al esquema político la gran renovación de la Cámara donde un bipartidismo que gobernaba en mayoría con unos liberales buscando “pillar cacho”, seguido de una serie de partidos menores, ha cambiado radicalmente y de una forma importante ya que los dos grandes grupos han bajado en presencia, y liberales y verdes han aumentado la suya. Esto obligará a una dinámica de pactos más compleja, con el bloque anti-europeísta intentando constantemente desestabilizarlo. Los dos grandes grupos tendrán que jugar con liberales y verdes y llegar a grandes acuerdos en asuntos como economía circular, digitalización de la economía o la crisis medioambiental entre otros.
Ignacio Torreblanca dice coincidir en el diagnostico en cuanto a la participación y apunta que desmiente el análisis perezoso de “Ves, Europa sale adelante”. La campaña ha tenido elementos diferentes que han movilizado a la ciudadanía.
Hasta ahora se diagnosticaba indiferencia y hostilidad hacia el proceso europeo; habíamos diagnosticado que faltaba política pero desde hace dos años aproximadamente, después del Brexit, sí vimos que nos habíamos equivocado con el diagnóstico. A partir de 2016 la polarización no se produce en el eje izquierda-derecha, también en la política nacional vemos que esta alternativa va desapareciendo desde 2008. ¿Cuál era la alternativa a la democracia liberal? El populismo.
A partir de 2008 en toda Europa va desapareciendo el concepto izquierda-derecha para asentarse el populismo de izda.-dcha. contra la tecnocracia izda.-dcha. Y desde los dos sitios se quiere recuperar el control.
La polarización, con los extremos coordinados, causó ese miedo al ascenso de los populismos y luego lo que hemos visto ha sido un fracaso y una total falta de coordinación entre ellos, lo que es una buena noticia para el resto. Hemos visto cómo los votos que han perdido populares y socialistas no han ido a estos extremos sino mas bien a verdes y liberales. También hemos comprobado cómo en estas elecciones partidos que estaban más a la derecha han salido penalizados; ahora hay que gobernar un parlamento muy fragmentado con una politización más sana. Estos comicios han terminado con la idea del Spitzenkandidat ya que era una situación forzada a algo muy complejo y la política hay que simplificarla.
Seguidamente interviene Vidal-Quadras para aclarar que en su intervención ha intentado explicar los resultados desde el panorama político en el Parlamento Europeo. Igual que se ha acabado con el bipartidismo, se ha acabado con el bloque alemán y termina citando algunas anécdotas.
Nuevamente habla Torreblanca entendiendo que la hegemonía sin liderazgo es poder bruto; no hay hegemonía y ha desaparecido el liderazgo, han sido víctimas de esta fragmentación, ahora están perdidos en qué hacer. La Sra. Merkel no era una líder positiva y en la crisis se postuló en una posición muy dura hasta que se consiguió que entrara en razón con la ayuda de Obama. ¿Nos vamos a esperar a que Alemania vuelva ganar después de unas elecciones internas que le han ido mal?
Comenta Vidal-Quadras que el sistema europeo no es como el nacional y por tanto el Spitzenkandidat no tiene cabida. Apunta al clima en el Consejo Europeo y entiende que Weber no va a ser presidente de la Comisión. En este hilo habla de los posibles candidatos a los pilares de la Unión (Parlamento, Comisión, Consejo, BCE y Alto Comisionado).
Toma la palabra Florentino Portero que habla de los sentimientos europeos en algunos países que no están o no están totalmente integrados. Unos tienen Europa y otros quieren Europa.
Habla de la importancia que tiene Europa y de las grandes potencias que nos acechan con un vecino enredador que siempre pretende recuperar el proyecto.
Acto seguido abre el turno de preguntas de los asistentes y una vez terminadas estas se da por cerrado el acto.
Gracias nuevamente por su atención