Una respuesta abiertamente europeísta

Europa pasa por un momento complicado, el crecimiento de los extremismos en varios países de la Unión, junto con la incesante crisis económica, el Brexit y la crisis de refugiados, han creado un sentimiento implícito de fracaso de la Unión Europea y de prevalencia de los intereses individuales frente a los comunitarios. A los problemas internos de la Unión, ha venido a sumarse un amenazante panorama internacional. Una rearmada y agresiva Rusia está haciendo valer su fuerza y su amenaza como potencia regional en el este de Europa, mostrando indudables afanes imperialistas, por no hablar de las potencias emergentes como China o India. A esto se añade la incertidumbre creada con la elección de Donald Trump como presidente de EEUU, que parece poner en peligro muchos de los avances alcanzados en materia económica, social y de seguridad.

En Europa, los ciudadanos europeos, debemos asumir que somos dueños de nuestro propio destino y no meros espectadores. No podemos dejarnos llevar por la inercia y arriesgarnos a la desaparición del periodo de paz más largo de la historia, de todas las libertades y derechos adquiridos, no podemos dejar que las corrientes nacionalistas y populistas impongan su divide y vencerás. La Unión Europea debe responder con audacia e inteligencia, haciendo de la necesidad coraje y relanzando con más fuerza que nunca el proyecto de integración.

Creemos firmemente que es el momento de reaccionar ante ello, de evitar que todo lo avanzado, aun siendo incompleto, se pierda precisamente en un momento en que, frente a amenazas externas e inestabilidad en otras partes del mundo, que no pueden ser ignoradas, necesitamos ser más fuertes que nunca. Y España, cuarta economía de la Unión Europea tras la salida del Reino Unido, tiene que abanderar su papel protagonista en todo esto si queremos que Europa siga siendo referente de paz, humanidad y estabilidad en estos tiempos convulsos. Se hace necesario evaluar lo andado hasta ahora y analizar los errores cometidos en el planteamiento europeo para evitar tirar por la borda lo conseguido, sino afianzar los logros y aprender de los fracasos.

Vídeo: "Lo decimos diferente, pero queremos lo mismo".
(versión portugués leyendo en español)

Es el momento de defender una Europa unida en la que sus participantes cedan competencias y compartan soberanía como única manera de garantizar nuestra seguridad, convivencia y progreso. Pero esta cesión no puede exigirse sin políticas responsables que la sustenten y que hagan partícipe a la ciudadanía europea. Hay que recuperar, pues, la confianza de los ciudadanos europeos por medio de políticas a nivel global y las correspondientes reformas a nivel nacional que promuevan instituciones europeas fuertes, estables y democráticas. Y para ello necesitamos actuar, desde asociaciones, organizaciones políticas, sociedad civil, medios de comunicación, personalidades y todas las voces que compartan esta visión.

Europeístas es un colectivo que aboga por una Europa federal y que cree, promueve y defiende los valores y principios europeístas y el pragmatismo integrador. Ahora, más que nunca, es cuando, quienes defendemos el federalismo europeo, nos tenemos que esforzar por llegar a los ciudadanos, gobiernos, partidos políticos y sociedad civil para reafirmar su creencia en un modelo democrático supranacional. Si compartes esta visión y quieres actuar, ¡te esperamos!


A continuación te detallamos los principales ámbitos de acción para lograr esa mayor integración. Al final de la página encontrarás un breve test sobre la influencia de la Unión Europea en tu día a día. Si quieres más información sobre la asociación o tienes preguntas, sugerencias o comentarios, contáctanos aquí.

Fortalecer Europa para mejorar España

“Ni tristeza, ni melancolía me produce ser español; es más, creo que España tiene una misión europea, de cultura, que cumplir; veo en ella un campo donde hay más faena por acabar que en otras dentro de esta grande obra del progreso moral”.

José Ortega y Gasset

Abogar por el fortalecimiento de la Unión no es un acto meramente solidario, sino altamente pragmático para cada uno de los estados miembros. Tal y como recientemente apuntaba la eurodiputada magenta Maite Pagazaurtundúa, miembro del Grupo de la Alianza de Liberales y Demócratas Europeos ALDE: "si la UE se resquebraja, quedamos como enanos en un mundo globalizado" frente a "grandes potencias emergentes como China o el poder estratégico de Rusia".

Creemos que la respuesta a las distintas crisis que padece el continente sólo puede ser una Unión Europea más eficiente y honesta. Somos los ciudadanos europeos quienes debemos adoptar las decisiones que conformen nuestro futuro. El ideal de la ciudadanía europea, debe ser el pilar central de la construcción de la UE. 

En la actualidad, los estados miembros siguen sin dotar a la Unión de las competencias necesarias para abordar de manera eficaz los retos a los que nos enfrentamos y sin impulsar una verdadera Unión política que permita al mismo tiempo una acción eficaz y democrática ante estos problemas y una rendición de cuentas clara de las instituciones hacia los ciudadanos. Pedimos soluciones a Europa, pero no la dotamos de los medios para proporcionárnoslas.

Mientras las políticas de seguridad, defensa y exteriores dependan de la voluntad política, de los fondos y de la disponibilidad individual de cada uno de los estados miembros, nos encontraremos inevitablemente con divisiones e inacción en asuntos críticos para la Unión. Las políticas, iniciativas y aciones europeas deben ser decididas democráticamente a nivel europeo, deben depender de competencias e interoperabilidad europeas y ser financiadas a través de fondos europeos apropiados.

Queremos edificar una Europa de ciudadanos, que los derechos y libertades sean individuales, que la Comisión sea cada vez más un gobierno autónomo y que el Parlamento Europeo pueda legislar en competencias que le sean plenas. Consideramos que el Consejo Europeo, que reúne a los líderes de los 28 Estados miembros, debe tener un papel secundario. Actualmente, dicho Consejo toma decisiones verdaderamente trascendentales para los ciudadanos europeos, muchas veces por encima de las valoraciones del Parlamento Europeo y de la Comisión Europea. Abogamos también por promover un modelo orientado a una defensa europea.

Unión política

Unión fiscal

Unión Fiscal UE Unión Europea
El potencial económico y democrático de Europa y la salida de la crisis solo se alcanzarán con una integración fiscal más profunda. Hemos podido comprobar que los planes puramente nacionales de recuperación han sido ineficientes. Solo creando las herramientas y los recursos para facilitar políticas económicas, industriales y energéticas comunes en Europa, se podrá impulsar tanto el comercio como la competitividad, favorecer la investigación y la educación, construir redes transeuropeas y completar el mercado único de servicios.

Tenemos que buscar un equilibrio entre la consolidación fiscal y la inversión en crecimiento y empleo: no es viable una unión fiscal sin justicia social. Acabar con el desempleo juvenil debe ser una prioridad. Hay que avanzar para acabar con la carga que supone la deuda y que está destruyendo las oportunidades de muchos ciudadanos europeos. Necesitamos nuevas formas de tributación en Europa e instrumentos de deuda para una política europea proactiva a nivel económico y social.

Necesitamos, en definitiva, un mayor compromiso con la culminación de la Unión Económica y Monetaria, pues es imprescindible complementar la moneda única con un pilar fiscal y financiero que la estabilice, y con una dimensión social más definida (salario mínimo europeo, inserción laboral, integración de los refugiados, etc.), todo ello sostenido con la legitimidad democrática que se derivaría de la Unión Política

Hay muchas cosas en Europa que ya damos por sentado: vivimos un largo período de paz y prosperidad con pocos precedentes históricos, disfrutamos de un grado de seguridad y bienestar que otras zonas del mundo envidian, nos hemos acostumbrado a movernos libremente dentro de la Unión, donde podemos estudiar, trabajar o establecer nuestros negocios sin trabas, en la mayoría de los casos sin necesitar siquiera cambiar de moneda.

Europa no es solo un mercado: los valores que defiende y su mentalidad abierta y tolerante es lo que le da peso en el mundo. Sin embargo, hace falta profundizar en la integración continental y reforzar la legitimidad de las instituciones europeas haciéndolas más democráticas y transparentes. Abogamos por garantizar una educación y una sanidad pública, universal y de calidad para todas las personas; y desarrollar sistemas de protección social que permitan a los más vulnerables vivir con dignidad y salir de la pobreza. Creemos en la Unión Europea como proyecto a través del cual se pueden garantizar libertades y derechos fundamentales. De acuerdo con el art. 21 de la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE, sobre no discriminación, consideramos que las instituciones europeas deben implicarse con mayor compromiso y voluntad en la lucha contra toda discriminación, entre otras, la que se ejerza con violencia por razón (excusa) de sexo, raza, opiniones políticas u orientación sexual.

El avance en la construcción de esta necesaria unidad, pasa por recuperar la confianza en el proyecto europeo a través de una gestión responsable y transparente desde los propios países integrantes. Promoveremos la necesaria labor pedagógica y de conocimiento que los ciudadanos merecen recibir sobre el incompleto proyecto europeo.

Unión social

Unión Social UE Unión Europea
 

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