Evolución en la definición política

Definición política

¿Por qué consideramos necesaria una definición política en el marco de la asociación?

España es un país tremendamente polarizado, que se encuentra muy a gusto calificando las cuestiones políticas de una manera geométrica: derecha e izquierda con sus banderas claramente definidas, y el centro como aquel espacio en el que se encuentran quienes no quieren abrazar de manera absoluta todos y cada uno de los postulados de los extremos.

Europeístas es una asociación cuyas bases (europeísmo, familia moderna y sostenibilidad) surgen de la necesidad de abordar una serie de problemas existentes en nuestra sociedad. Por ejemplo, al hablar de Europa, nos encontraremos problemas de ámbito económico y social, relacionados con el empleo, la seguridad, la inmigración o el envejecimiento demográfico, entre muchos otros; al hablar de familia, será necesario incidir en temas como la conciliación laboral, la igualdad, la educación o la violencia intrafamiliar, y si hablamos de ecología y sostenibilidad será inevitable tratar temas como la energía, la gestión y explotación de recursos naturales, la economía circular o el consumo consciente y sostenible. Por tanto, si vamos a abordar problemas, es importante definir el marco en el que consideramos que mejor se encontrarán las soluciones a los mismos.

Radicalismo, problemas, síntomas, causas y soluciones
Las soluciones deben enfocarse a mitigar las causas del problema, no solo sus síntomas.

Por un lado, en Europeístas no creemos en soluciones que solo sirvan para paliar los síntomas del problema, tampoco en aquellas que se basan en dogmatismos, sino que vemos fundamental ir a la raíz del mismo y buscar soluciones realizables que actuen sobre las causas. Es por eso que abrazamos el radicalismo político, que explicamos más abajo en esta misma página y que hemos resumido para la mejor lectura en estas tarjetas interactivas.

Por otro lado, creemos que la justicia social es compatible con la libertad individual, que la generación de riqueza y el bienestar colectivo no son incompatibles, en definitiva, creemos que el Estado debe garantizar la igualdad de oportunidades, pero no debe sustituir al individuo en la toma de decisiones. Es por todo ello que la definición política de Europeístas sirve de punto de encuentro entre distintas sensibilidades centradas, como son la socialdemocracia y el liberalismo, lo que más abajo definimos y desarrollamos como socioliberalismo (justicia social + libertad), y que también ilustramos en estas tarjetas interactivas.

 Socioliberalismo radicalismo político

 

 

 

EL RADICALISMO POLÍTICO

Somos conscientes de que, cuando se habla del radicalismo político, se tiende a identificar con el fenómeno ultra, pero originalmente no era así y es esa primera acepción la que queremos rescatar, pues nos parece muy adecuada para unos tiempos en los que es necesario romper con los modos de la viejas costumbres y la vieja política.

El radicalismo político es un concepto de las Ciencias Políticas que se puede definir como el conjunto de ideas y doctrinas de quienes, en ciertos momentos de la vida social, pretenden reformar total o parcialmente el orden político, científico, moral y aun religioso. En Europeístas queremos romper con la lucha de extremos, romper con un lenguaje que hace de los problemas un enfrentamiento en vez de buscar soluciones. Como ejemplo sencillo de entender, no creemos que se pueda solucionar el problema de la violencia doméstica o intrafamiliar convirtiéndolo en un enfrentamiento mediático entre hombres y mujeres, sino que creemos que es un problema mucho más complejo que concierne a todos y en el que se debe implicar al conjunto de la sociedad y las instituciones.

Radicalismo político, europeístas

El radicalismo va, pues, a la raíz de los problemas, reconociendo que todos los movimientos democráticos nacen de necesidades humanas respetables, que frecuentemente chocan. Por ejemplo: progreso frente a estabilidad, o libertad individual frente a solidaridad. El radicalismo implica reconocer que la realidad es compleja y que las necesidades humanas entran en conflicto, con lo que no se puede dar una solución extremista y optar por satisfacer una necesidad de forma absoluta, ignorando el resto. Por ejemplo, la absoluta defensa de la estabilidad imposibilita el progreso. Por eso hay que buscar soluciones racionales intermedias. Esto implica una política basada en hechos y no en creencias ideológicas ni dogmatismos: desde el precedente histórico y la metodología científica, analizando los éxitos propios y ajenos, así como lo propuesto por distintas corrientes políticas y sociales, se propone dar soluciones que han demostrado funcionar, o adoptar paulatinamente medidas que resultan viables, conforme a la evidencia.

En definitiva, el radicalismo científico supone una nueva forma de planificar la política, alejada de dogmas y creencias subjetivas; una planificación política destinada a satisfacer, en la medida de lo posible, la mayor cantidad de necesidades humanas, buscando el punto medio óptimo cuando entran en conflicto. Supone abandonar la colisión entre extremos y tomar la síntesis de ambas posturas para poder avanzar.

El socioliberalismo

«Estoy tan alejada del fascismo como del comunismo. Soy liberal»

Clara Campoamor

El social liberalismo ‒o liberalismo moderno, liberalismo progresista o democrático‒ es una corriente política y económica que propugna la simbiosis del bienestar social y la libertad de los individuos. Parte de un enfoque moderno y más solidario del liberalismo clásico, con mayor énfasis en justicia social.

Aunque para muchos sería un término académico, en Europeístas creemos que el énfasis dado al aspecto social en la composición del término  socioliberalismo, explícitamente y en primer lugar, representa de mejor manera un posicionamiento que cree que el bienestar colectivo no debe estar condicionado a la perdida de la libertad individual sino que, al contrario, tanto la generación de riqueza y la justicia social son necesarios para el progreso.

El socioliberalismo es crítico con el socialismo cuyo paternalismo ineficaz e injusto oprime al individuo y su libertad; y, a la vez, es muy crítico con posturas conservadoras que creen que la desigualdad social es natural. Por tanto, el socioliberalismo sí que defiende la redistribución de la riqueza, pero no desde un enfoque reactivo como el socialismo ‒la desigualdad justifica que el Estado se apropie de parte de los recursos y los reparta como en una especie de juego de suma 0‒ sino desde un enfoque proactivo en el que es función del Estado garantizar la igualdad de oportunidades para que se pueda redistribuir la riqueza generada por la economía libre de mercado -la cual, por cierto, es la contemplada en nuestra Constitución, en su Artículo 38:

Constitución Española, economía de libre mercado

Por tanto, rehusando de cualquier discriminación, es la misión del Estado articular un sistema en el que, independientemente de la renta familiar, sexo, religión, orientación sexual, raza o lugar de residencia, solo exista una barrera en nuestro camino: la propia voluntad.

en Europeístas creemos que el énfasis dado al aspecto social en la composición del término  socioliberalismo, explícitamente y en primer lugar, representa de mejor manera un posicionamiento que cree que el bienestar colectivo no debe estar condicionado a la perdida de la libertad individual

Por un lado, no se acepta el dogma del laissez faire (completa libertad en la economía: libre mercado, libre manufactura, bajos o nulos impuestos, libre mercado laboral y mínima intervención de los gobiernos) ni el de los mercados perfectos en el caso de no intervención del poder público. Por otro lado, no se acepta la teoría de que todo contrato bilateral se dé entre las partes de la forma más eficiente para ambas.

Se considera que el mercado no es más que la suma de individuos (al igual que en el caso liberal-clásico), pero, a diferencia de este, se parte de que los individuos no son perfectamente eficientes en la toma de decisiones. Se entiende que existen situaciones de poder que distorsionan la eficiencia (por ejemplo, las cláusulas abusivas), pues pueden existir sesgos cognitivos debido a que las partes no tengan igual acceso a los conocimientos o garantes de desarrollo. De ahí la importancia de proporcionar dicha igualdad de oportunidades por medio de, principalmente, una educación y una sanidad públicas y, muy importante, de calidad.

También, el socio-liberalismo parte de aceptar que se producen externalidades negativas (y positivas) y que la labor del Estado incluye internalizarlas (por impuestos y exenciones tributarias) para así corregir los defectos de mercado. Sin embargo, no acepta modelos basados principalmente en subvenciones públicas, burbujas o abusos de poder, tanto por parte de las empresas como del propio Estado, que debe regular contra monopolios y oligarquías establecidas y posibilitar una competencia sana.

Una característica importante de la corriente socioliberal es la libertad de pensamiento moral, por lo que se defienden Estados laicos con total y absoluta autonomía para la elección de sus creencias y la forma de formar familias sin discriminar, entre otras razones, por la orientación sexual. Otras características de este movimiento son la justicia social ya mencionada, entendida como el mecanismo fundamental para lograr la igual libertad, tolerancia, economía social de mercado, sostenibilidad medioambiental, así como solidaridad internacional, puesto que sus tesis suelen ser universalistas y cosmopolitas.

Consideramos que el socioliberalismo es un punto de encuentro entre quienes defienden la libertad del individuo y la justicia social, como lo ha sido el transversalismo en los años anteriores, término que se ha visto desvirtuado por el uso que algunos partidos han hecho de él. Se trata de una definición con la que gran parte de las personas que se consideran en un espectro centrado, "sean" socialdemócratas o liberales, tendrán espacio para participar y determinar las futuras políticas e iniciativas que se lleven a cabo.

¿QUIERES CONTACTAR CON NOSOTROS?
FÁCIL.
HAZLO AQUÍ.

¡No te olvides de compartir!